Ya lo decía Bill Shankly: "Algunos creen que el fútbol es sólo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso". Sin esta mítica frase no tendría sentido la forma en que celebró ayer el empate a cuatro el Tottenham: de repente un aficionado saltó al campo y se fundió en un abrazo con el autor del gol. Lennon marcó y la parte Spurs de Londres vibró como lo hizo este apasionado hooligan.
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